El signo de Piscis
El signo de Piscis
canturreaba realidades
que eran duales.
Dos grandes señales
que hablaban en manantiales.
“Soy Hermes,
hijo del claroscuro,
nacido del conjuro
y de todo lo absoluto.”
“Y yo soy Era,
diosa de la diadema
que habla de la pureza
y de las estratagemas.»
Y se unieron,
y se dieron la mano,
casi por un año
para unir su destino
entre ramas de corintio.
Y recorrieron los planos,
desde lo mundano,
hasta lo más alto,
para llegar al ecosistema
de todas las respuestas.
“No hay diferencia,
ni tan siquiera pequeña.
Nada no es lo que se piensa”;
cantó Zeus con indiferencia
“Volved al mundo
y sed uno;
un gran conjunto,
donde no hay excusas
ni verdades de perogrullo.”
Y volaron en una cometa
hasta llegar a la tierra
donde no había separaciones,
ni credos, ni naciones.
Solo una gran aldea,
llena de acentos,
y personas longevas.
Gracias a Modman por la foto