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Etiqueta: principio

Sigfrido, el meteorito

Sigfrido, el meteorito

Y vi un meteorito
llamado Sigfrido
que conocía los genotipos
y venia teledirigido.

“No he perdido los estribos
ni estoy arrepentido
pero tengo un carácter explosivo,
chocaré con vuestra atmósfera
y no quedará ser vivo.”

¿Por qué motivo
eres tan destructivo?

“Llevo años gritando
desde el quinto anillo
del planeta Saturnino,
y es que no veo
ni cambio ni atisbo.

Y desde aquí os grito
con voz de neutrino,
chillidos y silbidos.
¡Moveros, moveros
hacia el equilibrio!”

Y la humanidad enmudeció,
no hubo sonido,
quedaron todos pensativos,
buscaban y buscaban
dentro de sí mismos,
allí estaban las respuestas
de todo lo dicho.

Todos quedaron en vilo
al reconocer el estribillo:

“Sois en suma un prodigio
de lo mundano y divino,
estáis hechos para ver más
del juicio y el escrutinio.”

Y Sigfrido hizo un derrape
y quebró el meteorito,
saltaron millones de trocitos
y fuegos de artificio;
había sido conmovido
por el incandescente gentío.

“¡Estáis vivos, estáis vivos!”,
gritaba casi derretido.
«Voy a cantar con vuestras almas
como un adorable vecino,
porque os quiero y soy
vosotros desde el principio.»

Y así en la tierra
el día de Sigfrido es festivo;
no es un día señalado
pero tampoco es anodino.

Es el día de la consciencia
y el día del aquí sigo
cuando miro por la ventana
y me convierto en meteorito.

Gracias a Rolandemail por la foto

El lucero del principio

El lucero del principio

«Bebo de las montañas
y de los ríos,
pero no encuentro forma
en el libre albedrío.»

Está descompuesto
y sin brillo
como un ogro
que se enciende un pitillo
y habla a las sombras
de secretos escondidos.

De esos que vio
cuando estaba dormido,
cuando era un lucero
y no un vampiro.

Y ahora se esconde tras el alba
con ropas de olvido,
para que nadie pueda tocarle
tras ese negro corpiño.
Y deambula por el pasillo
hasta llegar a los jardines
para cantar a los grillos:

“¿Os acordáis cuando éramos
etéreos y volábamos por el destino,
sin forma, ni recuerdos,
solo en un batiburrillo?

¿Cómo un amasijo
lleno conchas
y entero de racimos?

…Pero de pronto la luz se paró
y todo pareció torcido
como un cráter en medio la luna
una tarde de domingo.

Pero ¿qué fue lo nos pasó,
cuándo se inició el martirio?
¿Qué fue lo que separó
la luz de lo ennegrecido?

Antes todo era azul
y resplandeciente como el trigo
y ahora sola hay un agujero
que oscurece el camino.

¿Fueron las sombras
y aquellos ángeles caídos
los que se perdieron
en un silbido,
por la promesa
de un viejo amigo?

Esa que se escuchaba en los salmos
y en los corintios
y que salía de la garganta
como una nota de alivio.

¿Y dónde está el lucero
por qué se quedó dormido,
por qué parece un ogro
que canta como vampiro?

¿Dónde perdió su forma,
dónde perdió su brillo,
dónde está su recuerdo
que ahora luce clandestino?

¿Por qué se escondió
tras los pinos,
en ese último amanecer
del que hablan los grillos?
Ese en que no había niebla
ese en que no había vidrio
y la luz se desparramaba
por todos los sitios…»

Poema de hace unos meses… Gracias a Marys_fotos por la foto

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