La operación matemática
Una vez entré en trance,
de esos los largo alcance
y pérdida de cordura,
pues hallé una conjetura
en medio de una suma.
Y no era nada enrevesada,
ni teorema de Descartes,
solo un dos y la una,
un problema de infantes,
dos números naturales
en adicción conmutativa,
pero al poner el uno antes
los resultados eran dispares.
Y repetí la operación,
tan lento como una oruga,
incluso conté con las pezuñas
y presioné a la calculadora
en pos de guarismos digitales.
Pero la aritmética estaba en conjura,
y se mantenía el desplante.
¡Una indeterminación!,
¡Un acertijo bivariante!
¡Una locura,
sin lógica ninguna!
¡La razón saltaba por los aires!
El fin del teorema discreto,
un conteo analfabeto,
una suma de catetos
sin cuadrado ni hipotenusa,
un jeroglífico de Ramanujan,
un arco de Mileto,
carente de base y altura,
un cansino seno
y un sino sin coseno.
¿Pero donde estaba
el resultado correcto?
Y todo se empezó a complicar,
números enteros
y radicales,
radianes e incluso integrales,
hasta imaginarios;
y me acordé de Aristofanes,
incluso de Sartre,
de los hermanos celestiales
y de la ecuación de Balmes*.
Todo estaba en bruma
justo en medio de la suma.
Por la adicción de contrarios,
el álgebra del sol y la luna,
las matemáticas de la locura
o de la síntesis pura.
El dilema de los pares,
un enigma antes de la cuna,
una suma en una suma,
y dentro el dos y la una;
pero con resultados orientales,
respuestas difusas,
el relativismo de Albert,
las palabras de Buda,
incluso cánticos de aleluya.
Un agujero en la curvatura
con todos los números en fuga.
El fin del polinomio de Hades
y de la materia oscura
que al fin se despejaba la duda.
El nuevo horizonte Najarjuna
y todo dentro de una suma
con un dos y una una…
… 1+2=??
Gracias a Sandid por la foto
*Ecuación de un profesor desconocido que ayudo a construir el modelo atómico del hidrógreno.