El pájaro zalamero
Y vi la luna
en medio de una montaña,
tocaba una sonata solitaria
que me recordaba a la Traviata.
Y vino un pájaro zalamero
que le prometió el mundo entero,
que estaría llena de rosas
y otras mil cosas.
Y a la luna le hizo gracia
aquel caradura,
por su pico
y sus mil diabluras.
Y le susurró con sigilo:
«No seas esquivo,
mi querido pajarito;
acércate un poquito
y te daré un beso
color membrillo.
Y el pájaro voló a las estrellas
para conocer a las doncellas,
y hasta las puertas de las quimeras
que rompieron sus cadenas.
Cantó y cantó a la noche,
al mundo de las flores,
a los ocultos caracoles.
y a todos los colores.
Y miró a la luna en toda su silueta;
era esbelta y cargada de belleza,
y con sus lazos luminosos
se formaron dos senos
que le sumieron
en el pleno apogeo.
Y la noche se volvió ocre
al desabrochar
con disimulo su broche.
Gracias a Zdeněk Macháček por su foto