Un monstruo debajo de la cama
Debajo de la cama hay un sonido que me atrapa,
debajo de la cama hay un gnomo que contiene el sol,
susurra y me pincha con sus zarpas;
podría ser elfo, una araña o un maldito troll.
Canta y canta hasta que la luz se levanta,
escondido bajo el somier como un faraón
y me cuenta leyendas de lo más extrañas
sobre el Olimpo, las Pléyades y Orión.
Y yo no pego ojo hasta que llega alba,
con ese monstruo tan solemne y tan tenor
que me confunde con todas esas cantatas,
su risa histriónica y su si be mol.
Ya le oigo entre el colchón y las patas
“No se duerma, no señor,
que hoy tocan cuentos y otras leyendas
sobre mil centauros y Quirón.”
Entonces se ríe el condenado:
“No, no entorne los párpados, por favor
que ahora viene el sueño magro
ese, que es mucosa de caracol.”
Y vuelo sobre cien pantanos
donde no hace frío, ni calor.
Una especie de lago cristalizado
más allá del último eslabón.
Y al amanecer miro debajo
de las sábanas y del colchón,
sin encontrar ni rastro,
ni una nota, del duende cantor.
El olvido ha jugado su mano
como un oscuro tejón,
pero es solo un amago
que retumba como un tambor.
De noche volverá el enano
con las estrellas bajo su voz,
para cantar a todas las soprano
que habitan tras el edredón.
Gracias JVAstudio por la foto
Poema de hace unos meses… que ha visto hoy su publicación.