Mi amor y el tuyo
E intentó hablar desde lejos,
no había silencio sino arpegios
y diminutos cuantos de conocimiento;
que la envolvían como una esfinge
dentro de la selva Virgen…
Y llegó andando desnuda
con toda su hermosura
y con pliegues en su piel rosada
que eran como la nieve blanca.
Y me dijo muy cerca,
casi abriendo la puerta:
“He seguido la senda de los nibelungos
y he visto 300 mundos,
pero ya no queda ninguno
todos han sido derruidos
como mi amor y el tuyo.
Pero hay una escalera
que lleva a la azotea
y en ella podrás ver
todo lo que cuenta.»
Y subí a las esferas
para ver todas las puertas,
todas las realidades
algunas descomunales.
Pero solo podía verla a ella
lejos en la tierra,
entre bosques y maleza.
Y pedí un deseo
que era como un amuleto
y estaba hecho de fuego
“Suelta, suelta y haz
de tu realidad terrena
mil vidas paralelas.”
La vi de camino hacia Casiopea
toda esbelta
llena de hermosura
rosada y desnuda.
Era una estrella
que brillaba eterna.
Y le dije adiós con la mano
mientras acariciaba los astros
estaban todos tan altos,
ardientes y relajados.
Gracias a Pexels por la foto