La última tormenta
Y sangraba por mis venas
y también por mis arterias;
sangre de un rojo
muy profundo y hondo;
y había melancolía
del último día
donde las almas se condensan
hasta forma la materia.
Y yo allí la veía,
un poco indefinida,
con su luz amarilla
suave y escurridiza.
“Hemos tenido una gran aventura
llena de hermosura
pero ahora llega el desenlace
donde estaremos en otra parte,
puede que tú en Júpiter
y yo en Marte.
Pero no por ello dejaré de amarte,
somos hijos de la carne,
no hay por qué enemistarse.
Yo cruzaré los Andes
y tú puede que los Alpes,
pero nos veremos en el Ganges,
el día en que te bañes;
haremos las paces
para ser como éramos
dos niños pequeños
sumergidos en el riachuelo.
Y nos enamoraremos de nuevo
pese a vivir en el destierro.»
Gracias Shaislionfish por la foto