El pájaro libre
Y me levanté en una rama
en medio de un arce
con todo el plumaje
de un pájaro salvaje.
Quería saltar al cielo
pero algo me retenía,
quizás era el miedo
a desplegar el vuelo,
al aleteo inquieto
y mirar todo desde lejos.
Y me encontré
con una golondrina
con alma de adivina,
plumas de varilla
y un pico que parecía
una larga cuchilla.
“Para qué te sirven las alas
si no sales de las ramas;
en el fondo son como palmas,
puedes azuzarlas y zarandearlas,
verás como no hay trabas,
solo el cielo abierto
que te espera a mil metros.»
Y salté al vacío
que contenía mi destino
mientras movía las alas
y graznaba con el pico.
El cielo se detuvo
y por fin vi los hilos
que envolvían mundos
tanto grandes como diminutos.
Era un manto fino
que me abrazaba con sigilo.
El ser del brillo
que me cantaba al oído
sonatas de lo perdido:
“No hay más periplo
que abrazar tu sino.
Es el único vuelo
y el único camino;
da igual seas padre
o seas hijo.»
Y seguí volando y volando
hacia el único sitio
hecho de cristales
y de piedras de mi destino.
Gracias a vasile_pralea por la foto