Miro al infinito
Miro al infinito
aunque sea un ratito
y solo le pido
conocer al niño
que mira tras el visillo.
Pues veo cristales
que tiemblan a raudales
para mostrar esos lugares
que no son mentales.
Miro al infinito
aunque sea un ratito,
para oír un himno
y un silbido
que cantó un periquito
que es amigo del sigilo;
vive desde el inicio
donde no hace frío,
donde están los amigos
que están todos unidos.
Es una oda clara
que nació una mañana,
en medio de la nada
y propició una cascada.
Y nació la vida
en medio de la alquimia,
con toda la química
y todas las partículas.
Miro al infinito
aunque sea un ratito,
porque allí está el sentido
de todo lo perdido,
de todo lo que es uno
y no es distinto.
Y veo una nube
llena de energía
que alberga pistas
del origen de la materia.
Y hay un hombre
y una mujer
que pueblan la tierra,
con toda su descendencia,
y se llenan de paciencia,
incluso de ciencia;
en ellos está la esencia
de toda la consciencia.
Y en todas partes del universo
ocurre el mismo suceso,
un despertar neutro,
que se concilia con lo eterno.
Y miro al infinito
aunque sea un ratito
y solo le pido
verme a mí mismo,
en este momento
como al principio,
para ser ese niño
que rasga el visillo.
Gracias a FelixMittermeier por la foto