El pirata de trapo
A-trapo-do entre abotonados adoquines
soy el vigía del colchón y de la cama,
que lleva un sombrero hecho de calcetines
y unos anteojos graduados de fina lana.
En la terraza veo un mar de balancines
que me hipnotiza a través de la persiana
queriendo saltar este montículo de cojines
como un trapo-cista o como un hombre bala.
Tengo ganas de conquistar lejanos confines,
vencer a trapocientos bandidos de mala fama,
seducir a rubias muñecas a base de rubíes
y disfrazarme de mar-ron hasta la madrugada.
Seré una leyenda con la pistola de balines,
un trapirata bravucón de garfio, palo y pata
que morderá tanto a tiburones como delfines
y morirá a bordo de su incendiada fragata.
Por eso te pido infante que un día me mires
y recojas con tus brazos al reo de las mantas,
volando al viento feroz de tus rápidos patines
hacia el barco mágico que fondea en la terraza.
Gracias a Capri23auto por la foto