Navegando por
Etiqueta: materia

El pasillo definitivo

El pasillo definitivo

Y entré con sigilo
y con paso vivo
en el pasillo definitivo.
Había paredes de aluminio
y baldosines cetrinos
que se fueron curvando
entre múltiples acertijos
hacia el infinito.

Era el mismo sentido,
toda la realidad
que se hacía añicos.
El cosmos de la deidad,
un hálito de eternidad
que ya no era trino
sino el sí mismo.

Y vi un torbellino
y amigos fallecidos
que hablaban de corrido.
Y en ese magma de verdad,
en ese derretido vidrio
escuché un sonido
que era el colmo del alivio.
Parecía escondido,
que nunca llegaría al oído
como un armadillo recogido.

Pero emitió un alarido
hasta mi sistema auditivo
y fui testigo
de todo lo vivido.
Mil vidas en un suspiro,
trescientos planetas,
algunas entidades muertas,
otras de edades longevas
y entre ellas la tierra.

Y me habló la voz
con un croma multicolor
acerca del último eslabón:

“Somos consciencia
que resuena en divergencia,
pero esta incidencia
tiende a la convergencia.

Extiende la mano
y verás que te amo,
prolonga tus dedos
y se cumplirán tus sueños.

La realidad no es estática,
ni siquiera fásica,
es una pieza
que ahora mismo suena
como un clavicordio
envuelto en un soliloquio.
Pero tu morada interna
conecta con la materia.
Como antes de las estrellas
y de que todo esto naciera.

Por eso lo que deseas
en el exterior se despliega.
Por eso entrega
y no sucumbas
a lo que anhelas.
Hay una sapiencia
enormemente cierta
tras de la inconsciencia.
Ya de una, suelta.”

Y allí vi un jardín distinto
con flores del corintio,
tenía todos los ritmos
y un perfecto colorido.
Estaban los hijos del infinito
que se abrazaban por siglos,
todos allí muy juntitos
para formar el libre albedrío.

Gracias a JayMantri por la foto

La línea y la esfinge

La línea y la esfinge

Andaba por una línea fina
cargada de serotonina
cuando vi un paraje
que me llevó a observarte.

Estabas suspendida en el cielo
en medio del deshielo,
cerca de una ladera
con forma de esfera,
con muchas herramientas
y otras tuercas
que alimentaban la materia.

Y grité a tu sombra:
¿Por qué tanta zozobra?
¿Por qué justo ahora;
hay algo que sobra
en la inmensidad de tu obra?

“Tus lágrimas son tristes
como pensamientos grises,
un tanto indivisibles
como las líneas de Euclides.

Quizás, todavía te resistes.
Nada es tan terrible.
Suéltate a lo que existe.“

Y se convirtió en una esfinge
tan bella como Nefertiti;
veía a través del tiempo
en medio del invierno;
no había tristeza,
ni tampoco desasosiego;
solo un suspiro eterno
que abracé como un destello.

Gracias a sciencefreak por la foto

Miro al infinito

Miro al infinito

Miro al infinito
aunque sea un ratito
y solo le pido
conocer al niño
que mira tras el visillo.

Pues veo cristales
que tiemblan a raudales
para mostrar esos lugares
que no son mentales.

Miro al infinito
aunque sea un ratito,
para oír un himno
y un silbido
que cantó un periquito
que es amigo del sigilo;
vive desde el inicio
donde no hace frío,
donde están los amigos
que están todos unidos.

Es una oda clara
que nació una mañana,
en medio de la nada
y propició una cascada.

Y nació la vida
en medio de la alquimia,
con toda la química
y todas las partículas.

Miro al infinito
aunque sea un ratito,
porque allí está el sentido
de todo lo perdido,
de todo lo que es uno
y no es distinto.

Y veo una nube
llena de energía
que alberga pistas
del origen de la materia.

Y hay un hombre
y una mujer
que pueblan la tierra,
con toda su descendencia,
y se llenan de paciencia,
incluso de ciencia;
en ellos está la esencia
de toda la consciencia.

Y en todas partes del universo
ocurre el mismo suceso,
un despertar neutro,
que se concilia con lo eterno.

Y miro al infinito
aunque sea un ratito
y solo le pido
verme a mí mismo,
en este momento
como al principio,
para ser ese niño
que rasga el visillo.

Gracias a FelixMittermeier por la foto

Kasandra, la garrapata

Kasandra, la garrapata

Y vi una garrapata
llamada Kasandra
que juzgaba sentada
todo lo que pasaba:
“Por allá va una gata
que tiene mala cara;
por ahí un centauro
un poco atolondrado”.

Hasta que apareció un rayo
de color cobalto
para hacer saltar
a los Hados despistados:

“Somos solo uno
pues no falta ninguno,
solo hay un susurro
pequeño y diminuto.

Pero somos tan grandes
como un gigante;
estamos en todas las células
que parecen trémulas
y en todas la cuerdas
que cubren la materia.

Así fue al principio
desde que éramos chiquitos
pues todos somos padres
y todos somos hijos.

Solo hay un hecho
y es que estamos vivos”.

Y los juicios dejaron
de ser ciertos
y se perdieron
en un mantra de queroseno.

Y la garrapata se hizo
otra cosa;
luz de vida
en una gran pira.
Y un gran destello
en todo el firmamento.

Ya no había ni antes,
ni luego,
solo un susurro
en pleno apogeo.

Gracias a Erik_Karits y ersi por las fotos.

El profeta y las estrellas

El profeta y las estrellas

Y vi una abstracción
a través de la puerta
era una superposición
de un antiguo profeta.

Se llamaba Amarón,
el rey de los ascetas
y me dijo con decisión
y también con cautela:
«No hay lugar para el terror
sino para que creas.

Mira el espacio exterior,
con todas sus estrellas,
son solo una composición
de una vasta acuarela
que se origina de la fusión
de toda la paleta.

Sigue el hilo conductor
que nace de tu cabeza
en dirección al sol
que ahora te conecta.

Eres uno con la visión
y con todas las esferas,
todas en plena ascensión
y con plena consciencia
siempre en ebullición
como la cola de un cometa.

Y cuando no haya relumbrón,
cuando ya no sientas
mira en tu interior
la novena puerta.

Esa que puso Dios
con sus huellas,
para torpedear el guión
de esta comedia.

No hay sol,
no hay estrellas,
solo una ficción
entre varias escenas.»

Y vi al creador
con la puerta abierta
reía con satisfacción
entre toda la materia.

Gracias a Sinousxl por la foto

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies