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Categoría: Poemas místicos

Poemas místicos. Poemas que hablan del todo, del universo, de la relación con el conjunto de las cosas y de la esencia de la totalidad.

Te vi en otra vida

Te vi en otra vida

Veo un águila
que sobrevuela la llanura.
Tiene el pico naranja,
la piel amalgamada
y cuenta la leyenda
sobre unos nómadas
que se movían en hordas.
Deambulaban por la tierra
sin una ruta cierta,
un viaje de encomienda
que se mantenía sobre dos piernas.

Te vi en otra vida
cuando eras una niña,
estabas perdida
tras la mirilla.
Ahora eres una mujer
preparada para el placer,
un completo orgasmo
que está lleno de espasmos.

Una realidad de viñetas
que llena tus caderas,
libera tu alma sureña,
que a la tierra alimenta.
Realidad de placenta
tras varias vidas muertas.

Ya no hay parálisis,
te envuelve el éxtasis.

Pero aún recuerdo
cuanto te envolvía con mis pieles,
no sabíamos de continentes
y había muy poca gente,
pasábamos hambre,
vivíamos para la Madre
en las noches ancestrales,
tocábamos la luna
con los pulgares,
y palpitábamos en la sangre
pues no había pensamiento
ni castigo, ni nada definido,
solo sigilo,
noches de olvido
donde cantabas al vacío,
con tu voz de mirlo.
Poderos solsticios,
sin cobijo ni abrigo,
solo grito,
piel con piel,
aliento compartido,
imágenes, poderío,
fuegos y estribillo
noches de garganta,
en grutas que amamantan,
unos pocos años,
lobos en camada
agolpados en la roca,
una vida corta
llena de estrofas
y de congoja.

Te fuiste mi vida
por razones desconocidas,
solo teníamos dioses
fuegos y folclore,
y el canto a los soles;
no éramos pobres,
y no había complejo orden.

Te fuiste entre dolores
mientras ibas susurrando
canciones a los hados,
yo te agarraba la mano
acompañando tu canto,
una serena melodía
que hablaba sobre tu vida.
Elipsis y alquimia.
Una muerte digna
que me dejó hecho trizas.

Y te recordaba por las noches
en la penumbra de azogue,
un sentimiento de morgue,
un rito de estertores
mientras miraba el horizonte
un intenso fuego
que emulaba tu recuerdo.

Los años pasaron
bajo la mirada de amaranto,
historias sobre el letargo,
un pasado lejano
donde nada fue en vano.
Leyendas de anciano
con suave color magro,
el tiempo se ha condensado,
quizás sea indeterminado,
por eso te cojo la mano.

Gracias por la foto a MemoryCatcher

Quemazón: vídeo

Quemazón: vídeo

Vídeo sobre el poema Quemazón, escrito hace unos meses, que incita a atrevernos, a avanzar, a vivir la vida, porque la vida es para vivirla. Calma. Respiración. Aceptación. Valentía.

Si queréis leer el poema completo aquí tenéis el enlace: ir al poema 

Hija de las montañas

Hija de las montañas

Hija de las montañas,
de la fuerza de las entrañas
y del olor de las sábanas.

Viniste de lejos
de la tierra de los elementos
y de los fuegos.
Lo tienes en el cuerpo,
en todo el terreno
como un pozo de queroseno.
De la piel es un agujero
que parece pequeño,
un elemento de atrezzo
como quemado caramelo.

Quiero tocar tu lunar dálmata,
llenarme de tu pezón,
pues es pura manifestación
que construye tu jergón.
Juegos de niños,
jóvenes idilios,
mezcolanzas de Piros
el protos del visillo.

Y mientras me estiro
y me derrito,
busco con sigilo
un punto amarillo.
Inicio de explosión
y de delirio.
Para entregar el colmillo
a un estribillo,
una vieja canción
que escucharon dos jovencitos.

Un diapasón
que se contornea en tu colchón,
más allá de la semblanza
de tus caderas peruanas,
porque son balanza
y son armazón
de la única conclusión
que tiene esta sonata.
Alma contra alma,
el primer apagón,
un estruendo de sol,
una contusión
a golpe de diafragma.
Porque huele a tu sudor,
la fragancia de tu flor
y el aire de las ventanas.
La visión del halcón,
el escape de las trampas,
el símbolo de la penetración
entre tus nalgas.

El fin de la escisión,
del último estertor
y del canto de la balada.
Un cuento de hadas,
escrito por unas muchachas
que quedaron prendadas.

Y miro a tu monzón,
que es puro anticiclón
y se deposita en tu almohada.
Te toca las palmas
y saborea tu savia,
suave fragancia
sin ninguna arrogancia;
el fin de la preeclampsia
en mitad de la ataraxia.

Y sollozas y te calmas,
esperamos abrazados
al calor de la mañana.

Gracias a StockSnap por la foto

Quemazón

Quemazón

Quemazón habló a los testigos,
muchos eran sus hijos.
“He visto a mis enemigos
y a veces he perdido,
¿Pero hay diferencia
entre enemigo y amigo
o es solo como yo percibo?

La vida es un continúo,
es hora de pedir perdón
y del olvido;
de ser uno
y mirar en conjunto;
de conminar culpas
y disolver arrugas.

La vida es solo una
aunque hay muchas,
goza de la sutileza
que te da la belleza.
Una percepción de nobleza
que aniquila la pereza.

Hay un enorme fulcro
principio de lo mucho
que se rotula en múltiplos,
aunque todos son únicos.

Eso es la materia
y sobre todo la vivencia,
no principio de inercia
sino de inocencia.
Porque tú eres
y tú puedes.

Miles de acciones
en diferentes vocaciones
para componer un arabesco
que definió un arquitecto.

Eres parte de este juego
porque eres entero,
y eres eterno.
un singular elemento
de este quinto sueño.
Tú lo compones
con todos tus dones,
trasciende tu pronombre
y fúndete con el orbe.
Eres uno y muchos,
No hay nada tuyo.

Y Quemazón se disolvió
con sus faltas y sus testigos.
No había nada ambiguo,
no había enemigos.

Estaba vivo
junto a sus hijos
con un brillo incoativo
que vibraba desde el inicio.

Muchas gracias por la foto a Alexas_Fotos

Vídeo: Poema Sabio

Vídeo: Poema Sabio

Poema sabio… Es el momento de atrevernos a ser quienes somos… de mostrarnos y compartir todos nuestros talentos que están con nosotros… ¿A qué tanto miedo?…

Si quieres leer el poema, pincha en este enlace: poema

Poema sabio

Poema sabio

Entremezclo la mente
y la simiente,
un camino corriente
que definió occidente;
un Dios mundano
que extendió la mano
un día de verano.
Nada es en vano
y ya no hay ocaso.

Estamos de paso,
la vida es un extracto
de sutileza y contacto.

Una fusión de colores
que se escapa a los miopes,
pero esta ceguera
es solo pasajera.
Es como una cuerda
que se arremolina
en las cuencas
para conciliar la espera
hasta abrir la puerta.

Y allí vi el mundo
de los todos colores
donde cohabitaba mi doble.
No había separación
ni ninguna tensión,
solo un universo informe
incesante de olores.
Y ahí estaba yo
ejerciendo mi profesión
del deseo una proyección
que era cósmica revelación.

Todo tiene un sitio
cuando está vivo.
Amalgama de dones infinitos,
tu con los tuyos
y yo con los míos.
Pero hubo un desajuste
que creó muchos túneles,
miedo a perder la conciencia
por un pedazo de materia.
Pero no hay miseria,
la conciencia saldrá ilesa.

Por eso se construyeron iglesias
y se peregrina a la Meca.
Ya no hay que esconderse
en esta trampa perpetua.
Vive la vida plena,
con un grito que llena
y un soplido que resuena.

No hay última cena
ni doctrinas ateas,
solo vida a pleno pulmón
sin ningún caparazón.

Vive lo que eres
y contagia al resto de seres
suscita como Hermes;
no dudes, claro que puedes.

Y luz traspasó
entre tú y yo.
Menos pesada
era la naturaleza
bajo la firma
de tu huella.

Gracias a Deltaworks por la foto

Vídeo El llanto

Vídeo El llanto

El llanto, poema emocional, en estos momentos de final de año el universo confabula para acercarnos a aquello que deseamos, para ser lo que somos, para que nos mostremos… Que salga todo, que las emociones retenidas se liberen y vivamos la vida que tenemos que vivir.

Si queréis leer el poema aquí está el enlace: ir al poema

Vídeo: La muerte

Vídeo: La muerte

Poema titulado la muerte… porque nacemos y morimos muchas veces durante la vida… es la muerte del ego… el enfrentarse a los miedos, a las trampas de la mente… dejar que todo fluya y encontrar la mejor versión de nosotros mismos… 

Aquí tenéis el enlace por si queréis leer el poema: ir al poema

El llanto

El llanto

Y había trozos de mí
repartidos por la tierra,
una cabeza, un hombro,
una mano, una pierna.
Todos repartidos descuartizados.
Estaba roto, perdido en el llanto,
un llanto que no llegaba,
un llanto quebrado.

Un llanto oscurantista,
un llanto esquivo a la vista,
un llanto desmesurado;
un llanto mutilado.

Una cascada malnutrida
de lágrima insípida,
un torrente maloliente
que se deshacía astringente.

Y quise mirarlo,
incluso condenarlo,
quise ponerle hebras
para salir de las tinieblas.

Pero aquel llanto era confuso
diluido por el orgullo.
Era la cara del moribundo
y del que está desnudo.

E intenté recoger mis pedazos
del abdomen a los brazos,
solo había retazos
y deshechos aciagos.

Pero el llanto estaba esperando
como una larva,
como un canto profano,
un ruego del que va caminando
y se ha perdido en el ensayo.
Una esquizofrenia
absorta en el mal trago.

Pero me detuve a escucharlo:
“Ya no estás condenado,
eres libre del anonimato,
alza tu voz
con fuerza y descaro.
Grita y grita
por los cuatro costados:
soy el verbo
lleno de significado.

Ya no estoy varado
ni estoy mutilado,
los siglos son ya
cosa del pasado.

Tengo otros rasgos,
y sé de lo que hablo.”

Y miré a los astros
y recogí mis pedazos,
Estaban todos arrejuntados,
como un verso suelto,
un único cuerpo
de poeta de terciopelo.
Por fin alzaba el vuelo

“Yo sueño, yo sueño,
ya no estoy muerto,
es el momento.”

Y el llanto salió abrupto,
muy desde dentro,
de lo más profundo.
Ya no se contuvo.
Se liberaba el injerto
para ver todo el conjunto.

Gracias a justravelling por la foto.

La muerte

La muerte

Voy en un bote
que conduce Caronte,
estoy entre dos mundos
que apenas vislumbro.
Es un conjuro,
es tierra de difuntos,
con todos sus colores,
sus claroscuros
y sus negros humos.

Y veo una calavera
que puede ser de cualquiera,
pero es solo ella;
es tan esbelta
que está muerta.

Y hay un fauno,
un inmaculado
y un mutilado,
una hilera de cadáveres
andando entre pesares

“Estamos muertos,
Estamos muertos;
eso es cierto.
Casi nos hemos disuelto.

Somos criaturas del subsuelo
que olemos a heno.
Algunos morimos ahogados,
otros envenenados.
Algunos nos están decapitando
mientras seguimos andando.
Por esos lloramos aquí abajo,
por eso tanto nos quejamos.

Somos marea muerta
de la conciencia maltrecha,
un ejército de tinieblas
recostado sobre la tierra.

Por eso gritamos
y por eso avanzamos
hacia un cadalso
que no controlamos.

“Somos miseria,
somos pandemia,
somos la peste
y toda la muerte”

¿Y para qué luchamos,
para qué abjuramos
si somos putrefactos
y estamos hechos pedazos?»

Pero había una voz
en la lejanía
que era amarilla
y muy vívida.

Una fuente mística
que cantaba por encima
que no había diferencia
entre la muerta y la vida.

“Soy el pulmón del que respira
la voz del que grita.
Soy el fuego de la pira
y la morada divina.
Estoy en todas las mezquitas
y en el que se excita.
Soy la miga y también la dicha.»

«¿Y por qué no te escuchamos
por qué estamos tan alejados;
por que somos escuálidos,
pusilánimes y minusválidos?»

«Porque creéis
que estáis muertos,
vais todos en hileras
sometidos por la indiferencia.
No tenéis sueños.
Sois solo esqueletos,
míseros despojos
que se recuestan en lo correcto.
Pero no hay desdicha
más indigna
que faltar a la vida.
Sois la apología del miedo
y del no puedo;
del me quedo quieto
hasta que otro
haga un movimiento.

Menudo estipendio de voceros
y de cadáveres postreros.

¡No estáis muertos!,
¡No estás muertos!

Solo sois prisioneros
de vuestro propio encierro.»

Y los difuntos se quedaron quietos.
Había dudas en sus lamentos;
podían escuchar sus anhelos
y todos sus deseos.

Se oyeron ruegos…
una lluvia de huesos
y cataratas de muertos;
por fin se escuchaban a ellos.

Y se hizo un arabesco
para romper el entierro,
la muerte predicha
en el colofón de una sonrisa.
Toda una algarabía
en el espesor de una brizna.

Gracias a ChiemSeherin  por la foto

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