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Categoría: Piel y cuerpo

Poemas de la piel y del cuerpo. Donde hay fuego, pasión, contacto, acercamiento, color naranja, frenesí y mucha mi vida.

Vídeo: La puerta

Vídeo: La puerta

La puerta, poema sobre atreverse, subir la cima, vivir la vida al máximo nivel y exponerse… no juicio… hay que apostar y no regatear… la vida es… mostremos nuestra mejor versión… disfrutemos de la experiencia.

Si quieres leer el poema original, aquí tienes el enlace: la puerta y para más vídeos puedes pinchar en este otro: vídeos.

La puerta

La puerta

Se abre una puerta
que tiene tintes de acuarela;
es inmensa y se requiebra.
Salmuera e intensa
posee esmaltes de piedra
de épocas pretéritas,
más es nueva.
Está llena de riquezas
y de muchas pruebas,
digna de la providencia
para el que de verdad apuesta.

Se elevan las ciegas
por miles y quinientas,
ya están dispuestas
todas en la mesa
mientras la puerta parpadea
y enseña una ruta heliocéntrica.
Antropocéntricas son la miserias
del que no juega,
pues tiene un montón de cefaleas
y se estremece en la cuneta
de la indiferencia.
No hay más descaro
que mirar al ópalo
y al cristal cóncavo
antes de echar el órdago.
Así que apuesta
y multiplica por miles y centenas.

Y crucé la puerta
de la realidad heliocéntrica,
cúspide de la pirámide
con verdades como ábsides
en la que no faltaba un ápice.
Estaba en el escalafón máxime.

Y apareció un rayo vestido de traje,
era hijo de las Mariánides
para cantarme las Pléyades:

Te has adentrado a la realidad dorada,
donde el aire es puro plasma,
solo con alzar la palma
este directamente cambia.
Es pura savia
de sencillez áurea,
metalurgia transmutada
en una fórmula condensada.
La realidad deseada
en certidumbre con la magia,
puedes apostar cualquier cuantía
que siempre se multiplica.
Llanura en sí misma
que parece que levita.
Pero tienes que estar atento
pues no todo es cuento
las leyes de la atracción
son por cientos
y cuanto más me muevo
más me acelero.

Deja un espacio interno
para el sosiego,
para que siga el juego
sin perderle el respeto,
pero no dejes de apostar,
no dejes de caminar
por este valle suculento;
es el último nivel
del que yo me acuerdo.
Palacio de apogeo
donde sigue el recuento,
el yo me divierto
y sientes los vientos
que colman el deseo.
Son dorados y acristalados,
son el último cimiento,
donde yo me veo.

No tengas miedo,
este es tu juego.
Puro experimento
donde no entra el apego.
Has llegado al nivel supremo.
¿No ves que todo es bello,
con un toque polinesio?

Y seguí andando en ese mundo
esférico, metaplámastico y sincero.
Torrentes dorados,
espacios llenos de halos.
Posibilidad de posibilidades,
todas a tu alcance.
No había dictamen
ni tampoco certamen,
solo goce más allá
de cualquier margen.

Gracias a cmarinalbert por la foto

Te vi en otra vida

Te vi en otra vida

Veo un águila
que sobrevuela la llanura.
Tiene el pico naranja,
la piel amalgamada
y cuenta la leyenda
sobre unos nómadas
que se movían en hordas.
Deambulaban por la tierra
sin una ruta cierta,
un viaje de encomienda
que se mantenía sobre dos piernas.

Te vi en otra vida
cuando eras una niña,
estabas perdida
tras la mirilla.
Ahora eres una mujer
preparada para el placer,
un completo orgasmo
que está lleno de espasmos.

Una realidad de viñetas
que llena tus caderas,
libera tu alma sureña,
que a la tierra alimenta.
Realidad de placenta
tras varias vidas muertas.

Ya no hay parálisis,
te envuelve el éxtasis.

Pero aún recuerdo
cuanto te envolvía con mis pieles,
no sabíamos de continentes
y había muy poca gente,
pasábamos hambre,
vivíamos para la Madre
en las noches ancestrales,
tocábamos la luna
con los pulgares,
y palpitábamos en la sangre
pues no había pensamiento
ni castigo, ni nada definido,
solo sigilo,
noches de olvido
donde cantabas al vacío,
con tu voz de mirlo.
Poderos solsticios,
sin cobijo ni abrigo,
solo grito,
piel con piel,
aliento compartido,
imágenes, poderío,
fuegos y estribillo
noches de garganta,
en grutas que amamantan,
unos pocos años,
lobos en camada
agolpados en la roca,
una vida corta
llena de estrofas
y de congoja.

Te fuiste mi vida
por razones desconocidas,
solo teníamos dioses
fuegos y folclore,
y el canto a los soles;
no éramos pobres,
y no había complejo orden.

Te fuiste entre dolores
mientras ibas susurrando
canciones a los hados,
yo te agarraba la mano
acompañando tu canto,
una serena melodía
que hablaba sobre tu vida.
Elipsis y alquimia.
Una muerte digna
que me dejó hecho trizas.

Y te recordaba por las noches
en la penumbra de azogue,
un sentimiento de morgue,
un rito de estertores
mientras miraba el horizonte
un intenso fuego
que emulaba tu recuerdo.

Los años pasaron
bajo la mirada de amaranto,
historias sobre el letargo,
un pasado lejano
donde nada fue en vano.
Leyendas de anciano
con suave color magro,
el tiempo se ha condensado,
quizás sea indeterminado,
por eso te cojo la mano.

Gracias por la foto a MemoryCatcher

Quemazón: vídeo

Quemazón: vídeo

Vídeo sobre el poema Quemazón, escrito hace unos meses, que incita a atrevernos, a avanzar, a vivir la vida, porque la vida es para vivirla. Calma. Respiración. Aceptación. Valentía.

Si queréis leer el poema completo aquí tenéis el enlace: ir al poema 

Hija de las montañas

Hija de las montañas

Hija de las montañas,
de la fuerza de las entrañas
y del olor de las sábanas.

Viniste de lejos
de la tierra de los elementos
y de los fuegos.
Lo tienes en el cuerpo,
en todo el terreno
como un pozo de queroseno.
De la piel es un agujero
que parece pequeño,
un elemento de atrezzo
como quemado caramelo.

Quiero tocar tu lunar dálmata,
llenarme de tu pezón,
pues es pura manifestación
que construye tu jergón.
Juegos de niños,
jóvenes idilios,
mezcolanzas de Piros
el protos del visillo.

Y mientras me estiro
y me derrito,
busco con sigilo
un punto amarillo.
Inicio de explosión
y de delirio.
Para entregar el colmillo
a un estribillo,
una vieja canción
que escucharon dos jovencitos.

Un diapasón
que se contornea en tu colchón,
más allá de la semblanza
de tus caderas peruanas,
porque son balanza
y son armazón
de la única conclusión
que tiene esta sonata.
Alma contra alma,
el primer apagón,
un estruendo de sol,
una contusión
a golpe de diafragma.
Porque huele a tu sudor,
la fragancia de tu flor
y el aire de las ventanas.
La visión del halcón,
el escape de las trampas,
el símbolo de la penetración
entre tus nalgas.

El fin de la escisión,
del último estertor
y del canto de la balada.
Un cuento de hadas,
escrito por unas muchachas
que quedaron prendadas.

Y miro a tu monzón,
que es puro anticiclón
y se deposita en tu almohada.
Te toca las palmas
y saborea tu savia,
suave fragancia
sin ninguna arrogancia;
el fin de la preeclampsia
en mitad de la ataraxia.

Y sollozas y te calmas,
esperamos abrazados
al calor de la mañana.

Gracias a StockSnap por la foto

Quemazón

Quemazón

Quemazón habló a los testigos,
muchos eran sus hijos.
“He visto a mis enemigos
y a veces he perdido,
¿Pero hay diferencia
entre enemigo y amigo
o es solo como yo percibo?

La vida es un continúo,
es hora de pedir perdón
y del olvido;
de ser uno
y mirar en conjunto;
de conminar culpas
y disolver arrugas.

La vida es solo una
aunque hay muchas,
goza de la sutileza
que te da la belleza.
Una percepción de nobleza
que aniquila la pereza.

Hay un enorme fulcro
principio de lo mucho
que se rotula en múltiplos,
aunque todos son únicos.

Eso es la materia
y sobre todo la vivencia,
no principio de inercia
sino de inocencia.
Porque tú eres
y tú puedes.

Miles de acciones
en diferentes vocaciones
para componer un arabesco
que definió un arquitecto.

Eres parte de este juego
porque eres entero,
y eres eterno.
un singular elemento
de este quinto sueño.
Tú lo compones
con todos tus dones,
trasciende tu pronombre
y fúndete con el orbe.
Eres uno y muchos,
No hay nada tuyo.

Y Quemazón se disolvió
con sus faltas y sus testigos.
No había nada ambiguo,
no había enemigos.

Estaba vivo
junto a sus hijos
con un brillo incoativo
que vibraba desde el inicio.

Muchas gracias por la foto a Alexas_Fotos

Poema sabio

Poema sabio

Entremezclo la mente
y la simiente,
un camino corriente
que definió occidente;
un Dios mundano
que extendió la mano
un día de verano.
Nada es en vano
y ya no hay ocaso.

Estamos de paso,
la vida es un extracto
de sutileza y contacto.

Una fusión de colores
que se escapa a los miopes,
pero esta ceguera
es solo pasajera.
Es como una cuerda
que se arremolina
en las cuencas
para conciliar la espera
hasta abrir la puerta.

Y allí vi el mundo
de los todos colores
donde cohabitaba mi doble.
No había separación
ni ninguna tensión,
solo un universo informe
incesante de olores.
Y ahí estaba yo
ejerciendo mi profesión
del deseo una proyección
que era cósmica revelación.

Todo tiene un sitio
cuando está vivo.
Amalgama de dones infinitos,
tu con los tuyos
y yo con los míos.
Pero hubo un desajuste
que creó muchos túneles,
miedo a perder la conciencia
por un pedazo de materia.
Pero no hay miseria,
la conciencia saldrá ilesa.

Por eso se construyeron iglesias
y se peregrina a la Meca.
Ya no hay que esconderse
en esta trampa perpetua.
Vive la vida plena,
con un grito que llena
y un soplido que resuena.

No hay última cena
ni doctrinas ateas,
solo vida a pleno pulmón
sin ningún caparazón.

Vive lo que eres
y contagia al resto de seres
suscita como Hermes;
no dudes, claro que puedes.

Y luz traspasó
entre tú y yo.
Menos pesada
era la naturaleza
bajo la firma
de tu huella.

Gracias a Deltaworks por la foto

Vídeo El llanto

Vídeo El llanto

El llanto, poema emocional, en estos momentos de final de año el universo confabula para acercarnos a aquello que deseamos, para ser lo que somos, para que nos mostremos… Que salga todo, que las emociones retenidas se liberen y vivamos la vida que tenemos que vivir.

Si queréis leer el poema aquí está el enlace: ir al poema

El llanto

El llanto

Y había trozos de mí
repartidos por la tierra,
una cabeza, un hombro,
una mano, una pierna.
Todos repartidos descuartizados.
Estaba roto, perdido en el llanto,
un llanto que no llegaba,
un llanto quebrado.

Un llanto oscurantista,
un llanto esquivo a la vista,
un llanto desmesurado;
un llanto mutilado.

Una cascada malnutrida
de lágrima insípida,
un torrente maloliente
que se deshacía astringente.

Y quise mirarlo,
incluso condenarlo,
quise ponerle hebras
para salir de las tinieblas.

Pero aquel llanto era confuso
diluido por el orgullo.
Era la cara del moribundo
y del que está desnudo.

E intenté recoger mis pedazos
del abdomen a los brazos,
solo había retazos
y deshechos aciagos.

Pero el llanto estaba esperando
como una larva,
como un canto profano,
un ruego del que va caminando
y se ha perdido en el ensayo.
Una esquizofrenia
absorta en el mal trago.

Pero me detuve a escucharlo:
“Ya no estás condenado,
eres libre del anonimato,
alza tu voz
con fuerza y descaro.
Grita y grita
por los cuatro costados:
soy el verbo
lleno de significado.

Ya no estoy varado
ni estoy mutilado,
los siglos son ya
cosa del pasado.

Tengo otros rasgos,
y sé de lo que hablo.”

Y miré a los astros
y recogí mis pedazos,
Estaban todos arrejuntados,
como un verso suelto,
un único cuerpo
de poeta de terciopelo.
Por fin alzaba el vuelo

“Yo sueño, yo sueño,
ya no estoy muerto,
es el momento.”

Y el llanto salió abrupto,
muy desde dentro,
de lo más profundo.
Ya no se contuvo.
Se liberaba el injerto
para ver todo el conjunto.

Gracias a justravelling por la foto.

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