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Categoría: Piel y cuerpo

Poemas de la piel y del cuerpo. Donde hay fuego, pasión, contacto, acercamiento, color naranja, frenesí y mucha mi vida.

El llanto

El llanto

Y había trozos de mí
repartidos por la tierra,
una cabeza, un hombro,
una mano, una pierna.
Todos repartidos descuartizados.
Estaba roto, perdido en el llanto,
un llanto que no llegaba,
un llanto quebrado.

Un llanto oscurantista,
un llanto esquivo a la vista,
un llanto desmesurado;
un llanto mutilado.

Una cascada malnutrida
de lágrima insípida,
un torrente maloliente
que se deshacía astringente.

Y quise mirarlo,
incluso condenarlo,
quise ponerle hebras
para salir de las tinieblas.

Pero aquel llanto era confuso
diluido por el orgullo.
Era la cara del moribundo
y del que está desnudo.

E intenté recoger mis pedazos
del abdomen a los brazos,
solo había retazos
y deshechos aciagos.

Pero el llanto estaba esperando
como una larva,
como un canto profano,
un ruego del que va caminando
y se ha perdido en el ensayo.
Una esquizofrenia
absorta en el mal trago.

Pero me detuve a escucharlo:
“Ya no estás condenado,
eres libre del anonimato,
alza tu voz
con fuerza y descaro.
Grita y grita
por los cuatro costados:
soy el verbo
lleno de significado.

Ya no estoy varado
ni estoy mutilado,
los siglos son ya
cosa del pasado.

Tengo otros rasgos,
y sé de lo que hablo.”

Y miré a los astros
y recogí mis pedazos,
Estaban todos arrejuntados,
como un verso suelto,
un único cuerpo
de poeta de terciopelo.
Por fin alzaba el vuelo

“Yo sueño, yo sueño,
ya no estoy muerto,
es el momento.”

Y el llanto salió abrupto,
muy desde dentro,
de lo más profundo.
Ya no se contuvo.
Se liberaba el injerto
para ver todo el conjunto.

Gracias a justravelling por la foto.

Vídeo: El pasillo definitivo

Vídeo: El pasillo definitivo

Vídeo sobre el poema que habla sobre la realidad, lo que está por detrás y lo que palpita. Está en todos nosotros… solo hay que pararse y mirar. Se vienen grande aventuras.

Si queréis leerlo aquí está el enlace: poema

Amelia

Amelia

Y vi un montón de fonemas
envueltos en tu melena,
bajaron por tu cadera
hasta llegar a tu pubis
y bucear entre sirenas.

Eras la hija de Anubis
con tus vestidos cuquis
pero al abrir tus piernas
generó un mar multilinguis
que sonó a corneta
y efervescencia magenta.
Y me acerqué a tu cueva
para regalarte mi lengua
y relamerme de tu selva.

Allí se produjo un brote
con sabor a biscote,
un lago de tres soles
caídos desde el orbe.
Una savia clandestina
que bullía de tu vagina.

Y allí nos entretejimos,
para aumentar el apetito
y llenarlo de gemidos.
Hicimos una cacofonía órfica
y una bravata sónica.
Nuestras manos eran melódicas
en una pugna tectónica.

Y la lluvia nos sobrevino
en mitad del rito,
un orgasmo marítimo
como rayas del pacífico,
que inundó el ajuar de lino
y casi todo el piso.
Te toqué el cuello
que estaba en pleno vuelo
y tenía olor a anzuelo.
Y de tus caderas
salían unas aletas
hechas de las mareas.
Te besé la boca
que sabía a roca
y a lejana costa.
Y te convertiste en una gota
en mojada prosa,
un pliegue clandestino,
filamento de coito.

Y al fin te volteaste
para mirarme,
habías salido del trance
de navegar por los mares.
Una lluvia, y un embalse
después de vaciarse.

Gracias a Pexels por la for

El pasillo definitivo

El pasillo definitivo

Y entré con sigilo
y con paso vivo
en el pasillo definitivo.
Había paredes de aluminio
y baldosines cetrinos
que se fueron curvando
entre múltiples acertijos
hacia el infinito.

Era el mismo sentido,
toda la realidad
que se hacía añicos.
El cosmos de la deidad,
un hálito de eternidad
que ya no era trino
sino el sí mismo.

Y vi un torbellino
y amigos fallecidos
que hablaban de corrido.
Y en ese magma de verdad,
en ese derretido vidrio
escuché un sonido
que era el colmo del alivio.
Parecía escondido,
que nunca llegaría al oído
como un armadillo recogido.

Pero emitió un alarido
hasta mi sistema auditivo
y fui testigo
de todo lo vivido.
Mil vidas en un suspiro,
trescientos planetas,
algunas entidades muertas,
otras de edades longevas
y entre ellas la tierra.

Y me habló la voz
con un croma multicolor
acerca del último eslabón:

“Somos consciencia
que resuena en divergencia,
pero esta incidencia
tiende a la convergencia.

Extiende la mano
y verás que te amo,
prolonga tus dedos
y se cumplirán tus sueños.

La realidad no es estática,
ni siquiera fásica,
es una pieza
que ahora mismo suena
como un clavicordio
envuelto en un soliloquio.
Pero tu morada interna
conecta con la materia.
Como antes de las estrellas
y de que todo esto naciera.

Por eso lo que deseas
en el exterior se despliega.
Por eso entrega
y no sucumbas
a lo que anhelas.
Hay una sapiencia
enormemente cierta
tras de la inconsciencia.
Ya de una, suelta.”

Y allí vi un jardín distinto
con flores del corintio,
tenía todos los ritmos
y un perfecto colorido.
Estaban los hijos del infinito
que se abrazaban por siglos,
todos allí muy juntitos
para formar el libre albedrío.

Gracias a JayMantri por la foto

Regalos y consciencia

Regalos y consciencia

Y crucé el decorado
que había tras los astros,
estaba lleno de regalos
lustrosos y dorados
y cantaban un estribillo
tan luminoso como el trigo:

“Estás llegando a la fuente
pero has de ser puente
entre lo omnisciente
y la gente corriente.
Todos somos lo mismo.
Pero hay que escuchar el silbido,
ese silencio primitivo
por donde todo ha venido;
ese que es la cueva
y la suma consciencia.
Un vacío antiguo
que no tiene enmienda
ni tampoco cadencia,
se escucha en la presencia
en esta coincidencia
que todo entremezcla.”

Las notas se repartían por mi oreja
junto con toda la clarividencia,
canción para los ascetas
y refugio de anacoretas;
veía la luz llegando a la tierra
como un cometa,
fulgor de la primera tecla
del sonido de la esencia
que cubría esta pequeña siesta.
Pues nos fuimos a dormir
antes de la incandescencia,
cuando no había estrellas
ni complicadas ideas
solo pertenencia
y sentido de existencia.

Pero la vida es experiencia
Así que tuvo lugar la explosión primera,
sobrevino la inercia
y con ella inconsciencia.
Se formaba la materia
llena de consistencia.
Pero la presencia
se buscaba con querencia,
entre eones y apagones,
entre cuásares y soles,
y tras animales y flores
por fin llegó al hombre.
Erguido sobre las dos piernas
al inicio de la primavera.
Un nuevo orden
que encontraba los albores.
Una nota distinta
que se escucha a así misma
y que rodea un mundo hecho trizas
pero solo en apariencia
de lo que no tiene consciencia,
pues debajo hay una pista
que te lleva a la música
de la realidad última.
Justo en este segundo
todo se escucha al unísono.

Y vi todos los regalos
que llegaban en un carro
con esfuerzo recolectados.
Y abracé los astros
que eran parte del decorado.

Gracias a ErikTange por la foto

Vídeo: Amor a Madre tierra

Vídeo: Amor a Madre tierra

Vídeo sobre el poema Amor a Madre Tierra; llegada a un nuevo país lleno de exotismo y aventura; ademas de mucha riqueza y oportunidades. Conexión con Madre TIerra, con su fuerza, con el barro, con el movimiento y con la energía.

Amor a madre tierra

Amor a madre tierra

Ya he llegado,
tras un largo viaje
por uno de tus costados,
a la tierra de palmeras
y animalitos colorados.

Te he echado de menos,
madre, por tu sabor saldado
y tus dulces manos,
y por esa leche de tuétano
que es un néctar calmo.

Y yo me ufano, madre
en buscar entre la tierra
todo lo que es dado,
una columna entera
de tu sello magro,
porque nos alimentas
desde antes del parto,
éramos seres cósmicos
y esbozos nonatos.

Yo te quiero madre,
te quiero aquí a mi lado,
por eso te he buscado
desde que era chico y enano,
para pedirte caricias profundas
e infinitos abrazos.

Yo te quiero madre,
te quiero,
soy hijo de tu costado.

Gracias jplenio por la foto

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