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Mes: enero 2022

Los Amantes

Los Amantes

Y vi una pareja de amantes
sentados en un estanque,
estaban desnudos
centrados en lo suyo,
eran a la vez dos
y también uno.

Y ella cogió una caracola
para decir hola
y el un erizo
porque no encontró
otro bicho.

Pero estaban inquietos
¿Todavía brillaba el hechizo
o se había hecho añicos?

“Estamos en el estanque
para recuperar los sueños de antes
pero la corriente es fuerte
y tira hacia poniente”

“Nada ha sido en vano
ni un impulso malsano,
solo que a veces los caminos
continúan separados”

Y se miraron conmocionados
el estanque les recordaba los pares,
la multiplicidad se repetía
miraran donde mirasen.

Y los dos se preguntaron:
¿Por qué juegas al escondite
y no te vistes?

Las manos se separaban
mientras se rozaban las palmas,
ellos se miraban el alma
a través del reflejo del agua.
Ya no se vía camino
pese al mucho ahínco.
Quizás había acabado el ciclo
y todo lo que tenía que ocurrir
ya había ocurrido.

“Hasta luego Caracola”
“Hasta luego Bicho”

Y se fueron alejando,
paso a paso
cada uno por su lado
mientras en el estanque
quedaron desnudos sus trajes.

Gracias a dariuswsmailey por la foto

Sigfrido, el meteorito

Sigfrido, el meteorito

Y vi un meteorito
llamado Sigfrido
que conocía los genotipos
y venia teledirigido.

“No he perdido los estribos
ni estoy arrepentido
pero tengo un carácter explosivo,
chocaré con vuestra atmósfera
y no quedará ser vivo.”

¿Por qué motivo
eres tan destructivo?

“Llevo años gritando
desde el quinto anillo
del planeta Saturnino,
y es que no veo
ni cambio ni atisbo.

Y desde aquí os grito
con voz de neutrino,
chillidos y silbidos.
¡Moveros, moveros
hacia el equilibrio!”

Y la humanidad enmudeció,
no hubo sonido,
quedaron todos pensativos,
buscaban y buscaban
dentro de sí mismos,
allí estaban las respuestas
de todo lo dicho.

Todos quedaron en vilo
al reconocer el estribillo:

“Sois en suma un prodigio
de lo mundano y divino,
estáis hechos para ver más
del juicio y el escrutinio.”

Y Sigfrido hizo un derrape
y quebró el meteorito,
saltaron millones de trocitos
y fuegos de artificio;
había sido conmovido
por el incandescente gentío.

“¡Estáis vivos, estáis vivos!”,
gritaba casi derretido.
«Voy a cantar con vuestras almas
como un adorable vecino,
porque os quiero y soy
vosotros desde el principio.»

Y así en la tierra
el día de Sigfrido es festivo;
no es un día señalado
pero tampoco es anodino.

Es el día de la consciencia
y el día del aquí sigo
cuando miro por la ventana
y me convierto en meteorito.

Gracias a Rolandemail por la foto

Yo te miro y te miro

Yo te miro y te miro

Yo te miro y te miro
y te busco en el infinito,
en el aroma de los lirios
y en los latidos antidepresivos.

¿Por qué te perdiste;
por qué no pude encontrar tu brillo?

Yo miro y te miro
desde lejos
con los brazos en vilo,
para encontrar tu corazón trino
más allá de los prejuicios.

Pues una vez vi dos pececillos
en un líquido salino;
eran como dos niños
que jugaban al aquí te pillo,
y se vieron de lleno
por unos instantes
que fueron dos pellizcos. 

Y me preguntaste
¿Qué te pasa pececillo?

“Te he esperado tres siglos
y solo en parte has venido;
no muestras tu brillo
solo un parpadeo tibio,
pero quería verte
más allá de las capas
y de las escamas,
de todas las conjeturas
de esta agua salada.

En ese líquido tan tuyo
porque es exquisito,
arrebatador y transitivo.”

Y vi un mar de Coral
que nunca se iba a apagar
lleno de pigmentos
en mitad del nacimiento,
con una luz colosal
cerca de la pleamar.

Y allí me miraste
justo en ese instante,
como una ola bramante
dispuesta a abrazarme.

Y me susurraste…:

«Estoy parada
cerca de la mar salada,
veo luces en espirales
detrás de los fríos invernales, 
no se cómo romper el hielo
que congela lo que quiero.

Me he quedado helada
ante mi propia estampa.
Pero a ti te veo desde lejos 
porque me haces de espejo.»

Y el tiempo se detuvo
en cada segundo
y en ninguno;
vimos nuestras sombras
y otras zozobras;
y allí nos quedamos
mientras pasaban las horas.

La luz buscaba indicios
que hablaban de nosotros mismos.

Por eso ahora te miro y te miro
en estas horas de concilio
para decirte:
te quiero pececillo.

Gracias a Bessi por la foto

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