Navegando por
Mes: julio 2023

Vídeo: El pasillo definitivo

Vídeo: El pasillo definitivo

Vídeo sobre el poema que habla sobre la realidad, lo que está por detrás y lo que palpita. Está en todos nosotros… solo hay que pararse y mirar. Se vienen grande aventuras.

Si queréis leerlo aquí está el enlace: poema

Amelia

Amelia

Y vi un montón de fonemas
envueltos en tu melena,
bajaron por tu cadera
hasta llegar a tu pubis
y bucear entre sirenas.

Eras la hija de Anubis
con tus vestidos cuquis
pero al abrir tus piernas
generó un mar multilinguis
que sonó a corneta
y efervescencia magenta.
Y me acerqué a tu cueva
para regalarte mi lengua
y relamerme de tu selva.

Allí se produjo un brote
con sabor a biscote,
un lago de tres soles
caídos desde el orbe.
Una savia clandestina
que bullía de tu vagina.

Y allí nos entretejimos,
para aumentar el apetito
y llenarlo de gemidos.
Hicimos una cacofonía órfica
y una bravata sónica.
Nuestras manos eran melódicas
en una pugna tectónica.

Y la lluvia nos sobrevino
en mitad del rito,
un orgasmo marítimo
como rayas del pacífico,
que inundó el ajuar de lino
y casi todo el piso.
Te toqué el cuello
que estaba en pleno vuelo
y tenía olor a anzuelo.
Y de tus caderas
salían unas aletas
hechas de las mareas.
Te besé la boca
que sabía a roca
y a lejana costa.
Y te convertiste en una gota
en mojada prosa,
un pliegue clandestino,
filamento de coito.

Y al fin te volteaste
para mirarme,
habías salido del trance
de navegar por los mares.
Una lluvia, y un embalse
después de vaciarse.

Gracias a Pexels por la for

El pasillo definitivo

El pasillo definitivo

Y entré con sigilo
y con paso vivo
en el pasillo definitivo.
Había paredes de aluminio
y baldosines cetrinos
que se fueron curvando
entre múltiples acertijos
hacia el infinito.

Era el mismo sentido,
toda la realidad
que se hacía añicos.
El cosmos de la deidad,
un hálito de eternidad
que ya no era trino
sino el sí mismo.

Y vi un torbellino
y amigos fallecidos
que hablaban de corrido.
Y en ese magma de verdad,
en ese derretido vidrio
escuché un sonido
que era el colmo del alivio.
Parecía escondido,
que nunca llegaría al oído
como un armadillo recogido.

Pero emitió un alarido
hasta mi sistema auditivo
y fui testigo
de todo lo vivido.
Mil vidas en un suspiro,
trescientos planetas,
algunas entidades muertas,
otras de edades longevas
y entre ellas la tierra.

Y me habló la voz
con un croma multicolor
acerca del último eslabón:

“Somos consciencia
que resuena en divergencia,
pero esta incidencia
tiende a la convergencia.

Extiende la mano
y verás que te amo,
prolonga tus dedos
y se cumplirán tus sueños.

La realidad no es estática,
ni siquiera fásica,
es una pieza
que ahora mismo suena
como un clavicordio
envuelto en un soliloquio.
Pero tu morada interna
conecta con la materia.
Como antes de las estrellas
y de que todo esto naciera.

Por eso lo que deseas
en el exterior se despliega.
Por eso entrega
y no sucumbas
a lo que anhelas.
Hay una sapiencia
enormemente cierta
tras de la inconsciencia.
Ya de una, suelta.”

Y allí vi un jardín distinto
con flores del corintio,
tenía todos los ritmos
y un perfecto colorido.
Estaban los hijos del infinito
que se abrazaban por siglos,
todos allí muy juntitos
para formar el libre albedrío.

Gracias a JayMantri por la foto

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies