Amapolas en el espacio exterior
Y vi un jardín de amapolas
suspendido en el espacio exterior
lleno de bustos
que miraban con devoción.
Estaban todos ocultos
hacia el interior
bañados de burbujas
en clave de do mayor,
buscando respuestas
que sonaban a oración.
Y me acerqué a uno
de ellos llamado Iscarión
que hablaba la lengua
de la estrellas y del fundador,
esa que tiene siete esquemas
desde la primera creación.
Y le pregunté por las esferas
y por toda la agitación
y me dijo que era cosa buena
como toda manifestación.
“Es la mente la que nos condena,
es ella la crea la división
al ver las cosas neutras
en plena disociación.
Busca más allá de los esquemas,
busca más allá de la conclusión
donde está la mente plena
que curva la difusión.
Allí está el alma llena
y el inicio de la disolución.
Como en la primera explosión,
toda la materia se aleja
desde el último rincón,
para crear vidas paralelas
y cimentar la ilusión.
Pero no hay armazón
ni tampoco estrellas,
solo una realidad eterna
que nutre el ultimo eslabón.»
Y así me aleje de Iscarión
para recitar a capela
todas las letras
que aparecían en mi libreta.
Tenía alma de escritor,
de viajero de las estrellas,
que volaba en un cometa
para compartir su novela.
Y allí lo vi, en pleno fulgor,
el último de los ascetas,
su máxima expresión
en una grandísima estrella
que se parecía al sol.
Todo la realidad estaba envuelta
y hacía mucho calor
y él me acercaba su mano
para mostrarme su canción.
Y ya no hubo grietas
ni tampoco revueltas,
solo una gran epopeya
cerca de la última constelación…
…mientras…
las amapolas seguían suspendidas
cerca del espacio exterior…
Gracias a spirit111 por la foto